Las huellas del amor

**Las Huellas del Amor**

En un sendero bordeado de rosas carmesí, donde el aroma se mezclaba con el susurro del viento, dos almas se encontraron.

El se llamaba Javier, un pintor con el alma llena de colores. Ella, Luna, una bailarina cuyo movimiento era poesía en movimiento. Sus miradas chocaron y en ese instante, supieron que las huellas del amor habían empezado a marcar su camino.

Los días siguientes fueron una danza de pasión y anhelo. Javier pintaba cuadros que capturaban la gracia de Luna, mientras que ella bailaba inspirada por las pinceladas del pintor. Cada momento juntos profundizaba su vínculo.

Un atardecer, mientras caminaban por el sendero, una tormenta se desató llenando el cielo de truenos y relámpagos. Asustados, buscaron refugio bajo un viejo roble.

Temblando pero abrazados, Javier confesó su amor. «Luna, tus huellas están grabadas en mi corazón para siempre». Las lágrimas de emoción de Luna mojaron su rostro. «Javier, también las tuyas marcan mi alma».

Al cesar la tormenta, un arcoíris pintó el cielo. Era una promesa de que su amor resistiría cualquier desafío. Juntos, dejaron sus huellas en el sendero, un testimonio eterno de la pasión que había unido sus almas.


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