Las alas del atardecer

Bajo las alas del crepúsculo, donde el cielo ardía en tonos ambarinos, entrelazó sus dedos con los de ella. El aire vibraba con la promesa de un romance extraordinario.

El susurro del viento llevaba palabras de amor, suaves como la caricia de una pluma. Sus miradas se fundían, revelando un anhelo profundo. Pero el destino tenía un giro cruel reservado para ellos.

En el éxtasis de su pasión, una tormenta se desató, amenazando con desgarrar sus corazones. Los rayos iluminaron el cielo nocturno, arrojando sombras siniestras sobre su amor. Sin embargo, en medio del caos, su vínculo permaneció inquebrantable.

Encontraron refugio bajo un árbol centenario, sus ramas protegiéndolos de la furia de los elementos. El ritmo de la lluvia, como un tamborileo de advertencia, se convirtió en una sinfonía de esperanza.

Cuando la tormenta amainó, el cielo se despejó lentamente, revelando las primeras estrellas. Bajo su tenue brillo, se besaron, sus labios saboreando la dulzura del amor que había sobrevivido a la tempestad.

Y así, las alas del atardecer envolvieron su amor, protegiéndolo de los vientos huracanados del destino. Habían superado un desafío juntos, cimentando su vínculo en la fuerza inquebrantable de su pasión.


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