**Las alas del amor**
En un mundo donde las palabras flotaban como plumas, encontré a Ana, un alma inquieta con alas de mariposa. Sus palabras bailaban en el aire, pintando sueños en mi mente.
Un día, nuestras miradas se cruzaron y sentí como si hubiera conocido a mi otra mitad. Su sonrisa era como un arcoíris que iluminaba cada día. Pero su pasado la perseguía, una sombra amenazante que amenazaba con romper sus delicadas alas.
Determinado a protegerla, la llevé a un lugar secreto donde nuestros corazones podían volar libremente. Allí, bajo un cielo estrellado, le confesé mi amor. Sus lágrimas de alegría brillaron como diamantes, y en ese momento, supe que mis palabras habían sanado sus heridas.
Juntos, construimos un nido donde el amor anidaba. Las tormentas de la vida nos sacudían, pero nuestro vínculo era inquebrantable. Éramos como dos alas de un ave, volando en armonía, guiados por el viento susurrante de nuestro amor.
Pero el destino tenía otros planes. Un día tormentoso, Ana fue arrebatada por las garras de la adversidad. Su cuerpo desapareció, dejando solo un vacío insoportable en mi corazón.
Durante años, busqué a mi amada, pero mis esfuerzos fueron en vano. Hasta que un día, en una calle concurrida, vi un rostro familiar. Era Ana, pero sus ojos brillaban con una luz diferente.
Me acerqué temblando y susurré su nombre. Ella se giró, su rostro se llenó de sorpresa y alegría. En ese instante, supe que el amor que habíamos compartido nunca había desaparecido.
Nuestras alas rotas se habían reparado, y juntos, volamos hacia el horizonte, dejando atrás el dolor y abrazando un futuro lleno de esperanza. Porque el amor, como las alas, siempre encuentra un camino para elevarse y liberar.
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