«El tiempo se congeló cuando nuestros ojos se encontraron a través de la vitrina.»
Sofía, una artista de espíritu libre, buscaba un regalo único en un antiguo mercado. Allí, entre baratijas olvidadas, encontró una llave antigua adornada con intrincados grabados. La llave del corazón.
Santiago, un escritor reservado, observaba desde el otro lado de la calle. Se sintió atraído por la mirada soñadora de Sofía y el misterio que rodeaba la llave. Impulsado por una curiosidad inexplicable, cruzó la calle y se ofreció a ayudarla.
Juntos, se embarcaron en un viaje de descubrimiento. La llave encajaba perfectamente en una cerradura oculta en un diario antiguo. Las páginas desvelaron la historia de amor de dos amantes separados por el tiempo y la distancia.
Mientras leían las cartas y los poemas del diario, Sofía y Santiago se dieron cuenta de que sus propios corazones resonaban con el eco de ese amor pasado. Con cada palabra que compartían, la llave del corazón parecía abrir una cerradura secreta dentro de ellos mismos.
Finalmente, Sofía y Santiago encontraron una entrada oculta en el diario que conducía a un jardín secreto. En medio de fragantes rosas y el canto de los pájaros, se dieron cuenta del profundo vínculo que los unía.
La llave del corazón había desbloqueado no solo los secretos del pasado sino también el tesoro del amor que había florecido entre ellos. Y así, bajo el cielo estrellado, sellaron su propio destino con un beso que prometía una eternidad de amor y aventura.
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