La balada de los amantes

Dicen que el amor verdadero sobrevive a las distancias más largas. Pero ¿qué pasa cuando la distancia es el propio tiempo?

En un pueblo pintoresco, vivía Elisa, una joven soñadora con una extraña peculiaridad: cada noche, viajaba a través del tiempo hasta la Edad Media, donde encontraba a un enigmático caballero llamado Tristán. Sus encuentros eran breves y mágicos, llenos de promesas imposibles.

A medida que pasaba el tiempo, el amor de Elisa y Tristán se hacía más profundo, pero también más desgarrador. El sol de la mañana siempre separaba sus caminos, condenándolos a una eterna separación.

Un día, Elisa descubrió una antigua balada que hablaba de un amor prohibido entre un joven y una mujer casada. Una revelación escalofriante la golpeó: ella era la mujer de la balada, y Tristán, su trágico amante.

Desesperada, Elisa decidió romper el ciclo. Reunió todo su valor y le dijo a Tristán lo que había descubierto. Juntos, idearon un plan para liberarse de las ataduras del tiempo.

En una noche de luna llena, se encontraron por última vez. Con lágrimas en los ojos, ambos bebieron un elixir que les permitiría permanecer juntos, unidos para siempre por el amor que había trascendido el tiempo y la distancia.

Y así, la balada de los amantes encontró su feliz desenlace. Elisa y Tristán vivieron juntos, su amor un testimonio del poder del corazón humano para superar todos los obstáculos, incluso la barrera del tiempo.


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