Encuentros en la vieja posada

En el corazón de una posada antigua, donde las sombras bailaban y el tiempo susurraba secretos, dos almas estaban destinadas a encontrarse.

Arianne, una viajera solitaria con un espíritu inquieto, buscaba refugio del frío nocturno. El destino la llevó a la vieja posada, donde el crepitar del fuego prometía calidez. Mientras se calentaba las manos, una mirada cruzó la habitación.

Allí estaba Ethan, un trovador errante con una sonrisa amable y ojos que reflejaban historias sin contar. Su presencia iluminó el lugar sombrío, creando una chispa innegable entre ellos. Con cada mirada robada y palabra susurrada, su conexión crecía más fuerte.

Sin embargo, el destino tenía otros planes. Ethan tenía que continuar su viaje al amanecer, dejando a Arianne con un anhelo en su corazón. Pero en un giro inesperado, una fuerte tormenta azotó la posada, atrapándolos juntos.

A medida que la noche avanzaba, el viento aullaba y la lluvia golpeaba las ventanas. En la intimidad de la posada, Arianne y Ethan se encontraron perdidos en la conversación, compartiendo sueños y miedos. El tiempo parecía detenerse mientras descubrían un vínculo que desafiaba las circunstancias.

Cuando finalmente llegó el amanecer, la tormenta había amainado. Ethan, con pesar, sabía que era hora de partir. Pero antes de irse, tomó la mano de Arianne y le prometió que su encuentro no sería el último.

Y así, dos almas separadas por el destino se dejaron con la promesa de reunirse de nuevo en la «Vieja Posada», donde su historia de amor había comenzado en medio de una tormenta nocturna.


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