Encuentros bajo la lluvia

Bajo un cielo gris que amenazaba lluvia, nuestras miradas se cruzaron entre la multitud. Eras un extraño, pero tus ojos reflejaban una familiaridad que me atrajo irresistiblemente.

La lluvia comenzó a caer, envolviéndonos en una cortina plateada. Buscamos refugio bajo el alero de un edificio cercano, las gotas golpeando suavemente sobre el pavimento. El silencio era ensordecedor, solo roto por el sonido de nuestros corazones acelerados.

El tiempo pareció detenerse mientras hablábamos, compartiendo sueños y miedos. La lluvia lavó las barreras entre nosotros, revelando el anhelo en nuestros corazones. Cuando la tormenta amainó, también lo hizo nuestra vacilación.

Tomé tu mano, húmeda por la lluvia, y te llevé a un lugar apartado. La lluvia había creado un ambiente mágico, transformando el mundo en un escenario de posibilidades. Bajo el cielo aún húmedo, nos besamos, el sabor de la lluvia en nuestros labios.

Ese encuentro bajo la lluvia se convirtió en el comienzo de una historia de amor épica. La tormenta había sido testigo de nuestro primer beso, y la lluvia siempre sería un recordatorio de la conexión que compartimos.


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