El reflejo del alma

En el espejo del alma, se reflejaban dos miradas perdidas en un laberinto de emociones.

Ella, una mujer de ojos oscuros que ocultaban un tormentoso pasado, buscaba un refugio en la soledad. Él, un hombre de corazón noble, ocultaba tras su sonrisa una herida que sangraba en silencio.

El destino, caprichoso y cruel, los unió en una noche tormentosa. Sus almas desnudas se encontraron en aquel reflejo, reconociendo en el otro un anhelo esquivo.

Como tímidos amantes, exploraban el jardín de sus secretos, deshojando pétalos de verdades. El dolor, la vergüenza y la esperanza se entrelazaban en un tapiz de emociones.

Cuando la tormenta amainó, un rayo de luz iluminó sus rostros. El espejo del alma había revelado su verdadera esencia, mostrando que detrás de las heridas latían corazones dispuestos a amar.

Tomándose las manos, dieron un paso hacia el futuro, sabiendo que en aquel reflejo habían encontrado su destino. El amor, como un bálsamo sanador, había derramado su luz sobre las sombras, guiándolos hacia un horizonte donde la esperanza florecía.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *