El puente de las estrellas

Bajo el cielo estrellado, donde las constelaciones susurraban secretos, se erguía El puente de las estrellas, un puente legendario que unía dos almas predestinadas.

Lucía, una joven soñadora, vagó por el puente una noche fatídica. Mientras contemplaba las estrellas, su mirada se cruzó con la de Mateo, un hombre enigmático con ojos que brillaban como mil soles.

Instantáneamente, sintieron un vínculo inexplicable. Como si las estrellas mismas hubieran alineado sus caminos, sus corazones latieron al unísono. Pero el destino tenía otros planes. A medida que la noche avanzaba, una espesa niebla envolvió el puente, amenazando con separar a los enamorados.

Cuando la esperanza comenzó a menguar, Lucía vislumbró algo en la distancia. Una estrella fugaz, un símbolo de esperanza y posibilidad, surcó el cielo. Tomaron la mano del otro con fuerza y juntos, pidieron un deseo: estar siempre unidos.

En ese instante, la niebla se disipó y el puente se iluminó con un resplandor etéreo. Lucía y Mateo se miraron a los ojos, sabiendo que su amor había trascendido las estrellas y los había unido para siempre en el Puente de las estrellas.


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