En el diario de mis secretos, hay una historia que anhelo contarte, una historia que pinta mi corazón con colores tan vivos como las flores de primavera.
Era un día gris y lluvioso cuando la vi por primera vez en la biblioteca. Estaba sentada en un rincón, perdida en un libro, su cabello castaño cayendo en cascada sobre sus hombros. Me acerqué tímidamente y le pregunté sobre el libro que estaba leyendo.
Sus ojos azules brillaron cuando me respondió, su voz como el canto de un pájaro. Hablamos durante horas, compartiendo nuestras historias, nuestros sueños, nuestros miedos. En ese pequeño rincón de la biblioteca, nació una conexión irrompible.
Pero el destino tenía otros planes. Una semana después, me enteré de que se marchaba. El dolor fue insoportable, pero le prometí escribirle en su diario, para que un pedazo de mí siempre estuviera con ella.
Durante meses, le escribí cada día, llenando las páginas con palabras de amor, esperanza y promesas de un futuro juntos. Pero nunca recibí respuesta. El diario fue mi única ventana a su corazón, y ahora estaba cerrado para mí.
Años después, me encontré con el diario en el ático. Cada página estaba impregnada de recuerdos, pero una entrada en particular me llamó la atención. Decía: «Hoy recibí la carta más hermosa del hombre que amo. Prometió esperarme, pase lo que pase».
Lágrimas de alegría y tristeza rodaron por mis mejillas. Había pasado tantos años anhelando su regreso, solo para descubrir que ella siempre había estado esperando. Y así, en el diario de mis secretos, encontré el final de nuestra historia de amor, una historia que me enseñó que incluso cuando las palabras no pueden alcanzar, el amor verdadero encuentra su camino.
Deja una respuesta