**Amores de verano**
Bajo el sol candente de la costa, se cruzaron sus miradas: ella, una turista en busca de aventuras; él, un lugareño con un corazón solitario.
El tiempo se detuvo cuando sus dedos se rozaron en la arena. El océano rugía con aprobación, como un testimonio de su naciente conexión. Los días se convirtieron en noches estrelladas, llenas de susurros y caricias.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. Cuando el verano llegaba a su fin, se vieron obligados a despedirse. Las promesas de volver se hicieron bajo un cielo nublado, un reflejo de sus corazones pesados.
Los meses se convirtieron en años, y cada uno siguió su camino. Pero la llama de su amor de verano nunca se apagó por completo. En sus sueños, se veían en la playa, riendo y amándose como antes.
Un día, un mensaje inesperado llegó a su bandeja de entrada. «Me mudaré a tu ciudad», decía. El corazón de ella dio un vuelco de emoción.
Finalmente, se reencontraron, sus miradas todavía reconociendo el amor que una vez compartieron. La playa se convirtió en su altar, el mar su testigo, mientras renovaban sus promesas bajo el sol del atardecer.
Esta es una historia de amor de verano que demostró que incluso cuando las olas del tiempo intentan separarnos, el verdadero amor encuentra siempre el camino de regreso.
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