El susurro de las hojas

El susurro de las hojas me cautivó en tu presencia, amor mío.

Bajo el tenue dosel del parque, nuestros caminos se cruzaron una tarde de otoño. El viento acariciaba las hojas, susurrando un dulce secreto que solo nosotros podíamos escuchar.

Nuestros ojos se encontraron a través de un mar de rostros, en ese instante el tiempo se detuvo. La magia del destino nos unió, como dos mitades de un todo. Conversamos durante horas, compartiendo sueños, pasiones y la extraña sensación de habernos conocido siempre.

Pero nuestro cuento de hadas se vio amenazado por una tormenta inesperada. Malentendidos y dudas se abrieron paso, amenazando con romper nuestro frágil vínculo. El silencio se apoderó de nuestros corazones, sofocando el susurro de las hojas que alguna vez nos había unido.

En la quietud de la desesperación, encontré una chispa de esperanza. Recordé las palabras susurradas, las promesas hechas bajo el cielo de otoño. Con renovado coraje, me armé de valor y busqué tu perdón.

Para mi sorpresa y deleite, me recibiste con los brazos abiertos. Las lágrimas de alegría lavaron los malentendidos, dejando atrás un amor aún más fuerte. Y así, el susurro de las hojas volvió a resonar, testificando la eterna promesa de un amor que había sobrevivido a la tormenta.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *