Un amor bajo la lluvia

Bajo el manto gris del cielo, donde las gotas de lluvia bailaban como lágrimas de cristal, dos almas se encontraron.

Ella, una mujer con ojos que reflejaban la tormenta, caminaba cabizbaja por las aceras mojadas. Él, un hombre con un paraguas negro, se acercó a ella, ofreciendo un refugio contra la lluvia torrencial.

Sin palabras, sus miradas se cruzaron, dos desconocidos unidos por el frío y la soledad. Mientras los truenos retumbaban en el cielo, ella se dejó guiar bajo el paraguas de él.

Caminaron juntos en silencio, cada paso acercándolos más. Las luces de la ciudad se reflejaban en los charcos, creando un sendero iluminado que guiaba su destino.

Cuando llegaron a un café acogedor, él le ofreció un café caliente. Mientras bebían, compartieron sus historias, sus sueños y sus miedos. La lluvia, que había sido una barrera entre ellos, ahora se convirtió en un hilo que tejía su conexión.

Al caer la noche, la lluvia cesó, dejando tras de sí una promesa de algo nuevo. Se despidieron en la puerta del café, pero ninguno olvidaría el breve amor que había florecido bajo la lluvia.

Y así, bajo el manto gris del cielo, donde las gotas de lluvia bailaban como lágrimas de cristal, dos almas se encontraron y se separaron, llevando consigo un recuerdo que perduraría más allá de la tormenta.


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