Bajo el titilar de las estrellas, una historia de amor se tejía en secreto. Lucía, una artista de espíritu libre, encontró en Mateo, un escritor introspectivo, el lienzo perfecto para sus sueños.
En noches estrelladas, se reunían bajo el fulgor de Las estrellas del adiós. Las constelaciones iluminaban sus encuentros, testigos silenciosos de su anhelo. Pero su amor era prohibido, pues Mateo estaba comprometido con otra.
Una noche, mientras paseaban bajo los astros, fueron sorprendidos por un resplandor cegador. Un meteorito cruzó el cielo, dejando tras de sí una estela de luz y un deseo en sus corazones: estar juntos.
Pero el destino tenía otros planes. El compromiso de Mateo pesaba sobre ellos como una espada. Sin embargo, en el resplandor de las estrellas, encontraron un refugio para su amor. Cada noche, se escabullían a su encuentro secreto, sabiendo que su tiempo juntos era tan fugaz como una estrella fugaz.
Hasta que un día, todo cambió. El meteorito que los había unido se volvió un símbolo de su separación. Mateo no pudo resistir la presión social y rompió su promesa. Lucía quedó destrozada, pero en su corazón quedó un recuerdo imborrable de su amor bajo Las estrellas del adiós.
Y así, su historia se convirtió en una leyenda, una historia de amor prohibido que brillaba con el fulgor de las estrellas. Un amor que, aunque destinado al adiós, seguiría brillando para siempre en la memoria de quienes lo habían compartido.
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