El puente de los deseos

Bajo el cielo estrellado de Barcelona, en el emblemático Puente de los Deseos, dos corazones solitarios se encontraron.

Elena, una artista soñadora, había escrito su anhelo de amor en un candado y lo había arrojado al río. David, un músico callejero, paseaba por el puente cuando su mirada se cruzó con el candado de Elena.

Un sentimiento inexplicable lo atrajo hacia él. Recordando una antigua leyenda, tomó un bolígrafo y escribió su propio deseo, colocando el candado junto al de Elena.

Los días se convirtieron en noches mientras sus deseos permanecían entrelazados. Los transeúntes se detenían, intrigados por la historia que se desplegaba ante sus ojos.

Una noche tormentosa, un rayo iluminó el puente, revelando un mensaje oculto en el candado de David: «Encuéntrame en el Café de la Boquería».

Elena se llenó de emoción. Con el corazón latiéndole a mil por hora, se dirigió al café, donde David la esperaba con su guitarra. La música llenó el aire, creando un ambiente mágico que los unió para siempre.

Desde ese día, el Puente de los Deseos se convirtió en un símbolo de su amor, un recordatorio del día en que sus corazones, separados por el río, se encontraron en un lugar de esperanza y anhelo.


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