A través de una ventana desvencijada, el tiempo retrocedía, susurrando secretos olvidados.
Elena, una joven curiosa, la descubrió en la vieja casona de su abuela. Al asomarse, su reflejo se fusionó con el de una hermosa mujer de otra época. La mujer sonreía enigmáticamente, sus ojos guardando un anhelo del pasado.
Intrigada, Elena comenzó a investigar. Descubrió una historia de amor prohibido, de una joven llamada Sofía y un pintor errante. Cada pincelada en el lienzo capturaba su pasión oculta. Pero un día, Sofía desapareció sin dejar rastro, dejando a su amante desconsolado.
Elena se sintió atraída por la historia, como si una parte de ella resonara con Sofía. Decidió recrear su retrato, sus dedos guiados por una mano invisible. Mientras pintaba, sintió una conexión inexplicable con la mujer del pasado.
En un giro inesperado, el retrato cobró vida. Sofía salió del lienzo, sus ojos brillando con gratitud. Le agradeció a Elena por completar su historia, por darle un cierre al amor que nunca pudo tener. Y con un suave suspiro, Sofía regresó a la ventana del pasado, sellando su secreto para siempre.
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