El susurro del viento

En el baile de las hojas otoñales, donde el susurro del viento pintaba secretos, dos almas se encontraron bajo el hechizo de un encuentro fortuito.

Ella, una joven pintora con ojos llenos de sueños, caminaba entre los árboles, su lienzo blanco como una página en espera de una historia. Él, un escritor viajero con el corazón marcado por mil historias, observaba cómo el viento jugaba con los colores de la naturaleza.

Sus miradas se cruzaron, como si el destino hubiera susurrado su nombre. El tiempo pareció detenerse cuando él se acercó, su voz suave como el aleteo de las hojas. Hablaron durante horas, compartiendo sus pasiones y anhelos. Cada palabra era una pincelada de color en el lienzo de sus corazones.

Pero su encuentro fue tan mágico como fugaz. Él tenía que continuar su viaje, y ella se quedó con el eco de su voz en su alma. El viento se llevó sus palabras, pero dejó una huella indeleble en sus corazones.

Años más tarde, ella encontró un sobre en su puerta con una carta escrita a mano. Eran las palabras que él nunca había podido decir, un susurro del viento que había viajado a través del tiempo. Con ojos llenos de lágrimas, leyó cómo su amor había echado raíces en su corazón, convirtiéndose en un lienzo viviente que ella pintó con cada pincelada de su vida.


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