La promesa junto al río

**La Promesa junto al Río**

Bajo el cielo estrellado, a orillas del río, se encontraron sus miradas. Ella, Anya, una mujer de espíritu libre con ojos que reflejaban la luna. Él, Mateo, un joven músico con una melodía que hacía palpitar los corazones.

En medio del murmullo del agua, Mateo le susurró una promesa: «Te amaré para siempre, como este río que fluye sin cesar». Anya sonrió, sus mejillas sonrojadas por la emoción.

Los años pasaron, y cada primavera volvían a reunirse junto al río, reviviendo su promesa. Pero un día, Mateo desapareció sin dejar rastro. Anya quedó desconsolada, su corazón vacío como el lecho del río en verano.

Sin embargo, un día, mientras vagaba por los recuerdos junto al río, escuchó una melodía familiar. Allí, bajo un viejo sauce, estaba Mateo, su sonrisa aún tan brillante. Había regresado para cumplir su promesa, aunque el río hubiera cambiado de curso con el tiempo.

Sus ojos se encontraron una vez más, y el tiempo pareció detenerse. La promesa que habían hecho junto al río se había hecho realidad, tan inquebrantable como el fluir del agua. Y así, Anya y Mateo volvieron a estar juntos, su amor un testimonio eterno de la promesa que hicieron junto al río.


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