**Llamada desde el pasado**
El timbre del teléfono rompió el silencio de la tarde, perturbando sus pensamientos. Mónica dudó un instante antes de responder, pero la curiosidad pudo más.
«Hola», dijo una voz que le heló la sangre. Era la voz de David, su antiguo amor, el que había desaparecido misteriosamente años atrás.
«¿David? ¿Eres tú?», preguntó incrédula.
«Sí, Mónica, soy yo», respondió con voz temblorosa. «He vuelto».
Un torbellino de emociones la invadió. Alegría, nostalgia, incredulidad. Habían sido muy felices juntos, pero un secreto no dicho los había separado.
«¿Dónde estás?», preguntó con voz entrecortada.
«En el mismo lugar donde nos despedimos», respondió David. «El parque, junto al lago».
Mónica colgó el teléfono y se dirigió hacia el parque. Mientras caminaba, su corazón latía con fuerza, anticipando el reencuentro.
Al llegar al lago, lo vio. David estaba sentado en un banco, con la mirada perdida. Su corazón se aceleró. Se acercó despacio, con los ojos llenos de lágrimas.
«¿David?», susurró.
Él levantó la mirada y sus ojos se encontraron. En ese instante, el tiempo pareció detenerse. El secreto que los había separado se disipó como humo, dejando solo el amor que aún ardía entre ellos.
Se abrazaron, sus cuerpos temblando por la emoción. Habían vuelto a encontrarse, y esta vez estaban decididos a no volver a perderse nunca.
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